Pasar de una compacta a una cámara réflex es siempre una gran noticia. Ganamos versatilidad al poder usar diferentes tipos de objetivos, mayor calidad al hacer éstas uso de un sensor de mayor tamaño y más. Pero también implica tener que aprender ciertos conceptos.
Con la mayoría de cámaras compactas el modo de disparo, a excepción de algunos modelos, siempre es automático. Podemos seleccionar modos especiales para fotografías nocturnas, paisajes, niños,… pero nada de controlar manualmente cada parámetro que afecta a la captura final.
Por ello, si te has animado y es tu primera cámara réflex te mostramos las nociones básicas que debes conocer. Para adentrarte poco a poco pero con paso firme en el mundo de la fotografía.
Hay muchos parámetros que podemos ajustar en una cámara réflex y que afectarán a la fotografía final. Pero hay tres básicos que debemos conocer: obturación, apertura y valores ISO.
Las cámaras réflex disponen de diferentes modos de disparos que podemos intercambiar mediante la rueda de dial. Según el fabricante los modos pueden cambiar e indicarse de forma diferente pero los cuatro que siempre vamos a encontrar en todas son: Automático (Auto), Prioridad a la apertura (A o Av), Prioridad a la velocidad (S o Tv) y Manual (M)
Cuando comenzamos a usar una cámara réflex por primera vez es normal que ante tantas opciones caigamos fácilmente en la tentación de usar el modo automático. Si queremos exprimir al máximo sus posibilidades tenemos que evitarlo a toda costa.
El modo manual es el que deberíamos de usar pues nos permitirá controlar todos los ajustes que afectarán a la fotografía final. Además de aprender como influye cada parámetro. Aun así, si de primeras no noos atrevemos los únicos modos que nos permitiremos usar son los semiautomáticos: prioridad a la apertura o prioridad a la obturación.
Esos modos semiautomáticos nos permiten ajustar la apertura y que la cámara elija el valor más adecuado para la obturación o al contrario. Una forma sencilla de ir aprendiendo poco a poco como funciona todo.
Aprender la técnica es importante, tenemos que saber cómo afecta la luz a la fotografía, qué podemos hacer para controlar la cantidad de luz que entra al sensor, el tiempo que tendremos que tener abierto el diafragma, etc… Y todo eso es algo que como mejor se aprende es experimentando. Usando el método de ensayo y error. Por eso, ahí van algunos consejos para disfrutar de los primeros pasos con una cámara réflex digital.
Según vayamos aprendiendo veremos como es preciso adquirir nuevos accesorios que nos ayuden en diversas situaciones. Estos pueden ser objetivos con mayor alcance o mayor ángulo de visión, según vayamos a realizar fotografías deportiva o paisajes.
Al igual que un flash externo que por sus prestaciones nos permiten iluminar más eficientemente estancias con poca luminosidad o incluso para compensar un exceso de luz, hacer retratos a contraluz y mucho más.
Pero ahora, para empezar, lo principal es centrarse en lo comentado. Intenta disparar siempre en modo manual, aprende cómo afecta la apertura, obturación y valores ISO. Haz muchas fotos, aprende de cada equivocación y disfruta de tu cámara réflex y el mundo de la fotografía.
Fuente: www.tecnologiadetuatu.elcorteingles.es
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